Red de banda ancha de AT&T
AT&T suministra servicio de Internet a tu hogar mediante cableado de cobre o fibra, según el servicio que adquiriste.
- Los servicios DSL o de menos banda ancha suelen usar cableado de cobre.
- La mayoría de los servicios de banda ancha de alta velocidad (IPBB) ofrecen Internet a través de una red híbrida de fibra y cobre.
- AT&T Fiber ofrece Internet directamente en tu hogar con una red 100% de fibra.
Red residencial
Muchos factores dentro de tu hogar afectan la velocidad con la que envías o recibes datos de Internet. Como:
- Antigüedad del cableado dentro de tu hogar
- La distancia entre el portal y tu dispositivo
- La antigüedad y el tipo de portal o enrutador
- La cantidad de dispositivos conectados al portal
- Tipo de conexión usada
Tipos de conexión
Puedes acceder al servicio de Internet residencial a través de una conexión de Ethernet con cable o una conexión
Wi-Fi.
- Las conexiones con cable usan cables Cat5e o Cat6 conectados al puerto Ethernet en tu pared o portal. Estas conexiones proporcionan el mejor rendimiento, de manera consistente.
- Las conexiones Wi-Fi te proporcionan la flexibilidad para moverte por la casa, pero no son tan rápidas como las conexiones con cable. Obtendrás la mejor señal Wi-Fi cuanto más cerca estés del portal, con menos dispositivos en funcionamiento.
- Las conexiones inalámbricas dependen de la compañía de servicio móvil y no son parte de su servicio de Internet residencial. Para asegurarte de no estar usando tus datos móviles, cerciórate de que tu teléfono móvil o tablet esté conectado a tu red Wi-Fi residencial.
Tipo y cantidad de dispositivos
Los dispositivos de Internet vienen en todos los tamaños y formas. Cada dispositivo tiene un máximo de velocidad de Internet que puede alcanzar. Pero quizás esa velocidad no sea tan rápida como tu posible nivel de servicio de Internet. Por ejemplo, si tu laptop o tablet antiguos solo admiten 11 Mbps y tienes servicio de Internet de 1 Gbps, tu laptop nunca alcanzará más de 11 Mbps.
Cuando los dispositivos se conectan a tu red, usan una parte de tu velocidad asignada. Varios dispositivos que comparten la conexión a Internet pueden afectar la velocidad que experimenta cada dispositivo.
TV y velocidad de Internet
En muchos casos, el servicio de TV e Internet ingresa a tu hogar mediante la misma terminal. El uso de ambos servicios al mismo tiempo consume más capacidad disponible y puede afectar tus velocidades de descarga de Internet. Por ejemplo, para ciertos niveles de velocidad, si miras múltiples programas de televisión HD mientras consumes muchos datos de Internet, como cuando descargas el archivo de una película completa en HD en tu laptop, se pueden reducir las velocidades de Internet en comparación con dichas velocidades cuando no hay más usos de la red residencial.
Otras redes y sitios web que visitas
Aunque compraste una velocidad específica y la red de
AT&T es altamente confiable, es posible que los sitios web con los que interactúas no brinden sus servicios a la misma velocidad. Factores a considerar mientras navegas por sitios web:
- Es posible que los sitios web no tengan la misma velocidad de red que tú.
- La capacidad del servidor del sitio web puede afectar tus velocidades de Internet.
- Posiblemente, los propietarios de los sitios web usan otros ISP para la transmisión de contenidos. Los acuerdos de servicio de red también pueden afectar tus velocidades de Internet.
- Si visitas sitios durante horas pico, también es posible que se reduzcan las velocidades.
Impactos adicionales sobre el rendimiento de la velocidad de Internet y los resultados de las pruebas de velocidad
Como se señaló, muchos factores pueden afectar la velocidad del servicio y los resultados de las pruebas de velocidad. Como:
- Equipo del cliente
- Tipo de conexión
- Problemas de la red
- Uso de Internet
Además, las sobrecargas de protocolo, como la sobrecarga de IP en la tecnología IP, disminuyen la velocidad de Internet y los resultados de las pruebas de velocidad. Se entiende por
sobrecarga(s) los distintos controles y datos de señal (ej.: el protocolo de control de transmisión (TCP)) requeridos para lograr la transmisión confiable de los datos de acceso a Internet.